Tu Sonrisa


A veces espontanea como una caída épica. Otras tantas obligada como el buenos días laboral. Asimétrica como los edificios de la Ciudad de Buenos Aires. Intensa como el primer amor. Cansada pero sonora como la bocina del tachero atascado sobre Av. Corrientes a las nueve de la mañana. Blanca como los pañuelos de las abuelas en Plaza de Mayo. Dulce como el primer mate del día. Pero por sobre todas las cosas brillante como vos.