Quiero tener ojos azules
le decía a mi mamá por las noches.
Anhelaba que en mis pupilas
nadaran peces
volaran aves.
Por la mañana,
aun descalza
corría hacia el espejo
y lloraba cuando descrubía
que mis ojos
marrones como el barro
seguían allí.
le decía a mi mamá por las noches.
Anhelaba que en mis pupilas
nadaran peces
volaran aves.
Por la mañana,
aun descalza
corría hacia el espejo
y lloraba cuando descrubía
que mis ojos
marrones como el barro
seguían allí.
Hoy pienso,
que es incluso mucho más sublime
que el océano se hospede en tus ojos,
inmenso e imponente,
como todo lo tuyo
y que ellos,
miren fijamente a los míos,
los marrones,
mientras nosotros hacemos el amor.
que es incluso mucho más sublime
que el océano se hospede en tus ojos,
inmenso e imponente,
como todo lo tuyo
y que ellos,
miren fijamente a los míos,
los marrones,
mientras nosotros hacemos el amor.
Que el agua se mezcle con la tierra,
turbulenta por nuestros movimientos,
y que en ese encuentro turbio,
quepan los peces, las aves,
el pasto, las plantas, los arboles
y todo aquello,
que nos llene de vida.
turbulenta por nuestros movimientos,
y que en ese encuentro turbio,
quepan los peces, las aves,
el pasto, las plantas, los arboles
y todo aquello,
que nos llene de vida.