Mariana
recibe una invitación por mensaje:
-Tengo
ganas de despedir el año en un jacuzzi. ¿Te copa la idea? ¿Te paso a buscar y
vamos a un telo?
Accede,
a ella también le parecía una excelente manera de despedir el año.
Tuvieron
relaciones en el jacuzzi y en la cama. Se masturbaron y practicaron sexo oral
mutuamente. Se vieron tocarse en el espejo que flotaba desde el techo. Llegó al
orgasmo cinco veces.
Cuando el
turno ya estaba por acabarse, marihuana de por medio, emprendieron una
conversación erótica.
-¿Harías
un trío? Preguntó el.
Ella le
dijo que sí. Que le gustaría hacerlo con un hombre y una mujer. Que había
estado con mujeres y que la erotizaban mucho pero que sentía la falta de penetración
de algo real, de carne. Que con dos hombres no sabía si se animaría. Le tenía
algo de miedo a la pasión desenfrenada, más si era de dos hombres juntos.
El le
confeso que le entusiasmaba la idea de un trío con dos mujeres.
Todo lo
que me calienta estaría duplicado. Cuatro tetas. Dos culos, uno encima del
otro.
¿Y con
otro hombre? Indago ella.
No. No sé
si me excita compartir.