No hay que pensar en cosas feas



NO HAY QUE PENSAR EN COSAS FEAS

En escena dos niñes sentados en el piso jugando. Bruno mira hacia el público y descubre la presencia de terceros. Se avergüenza, se ríe, toca en el hombro a Paula y le muestra que no están solos. Paula se ríe vergonzosa, se incorpora, agudiza la vista poniéndose la mano sobre los ojos y saluda tímidamente.
Paula: ¡Hola! Mi nombre es Paula. Mi cumpleaños es el 26 de enero del uno nueve nueve seis. Me contaron que mi signo es acuario, será por eso que me gusta tanto el agua. Además mi segundo nombre es Azul, y también mi color favorito.
Bruno: ¡Y yo soy Bruno Andrea Flores! –Exclama mientras se levanta del piso de un salto- Si, Andrea. Algunos chicos en la escuela me cargan y hacen chistes malos por eso. Mi mamá me enseño a que les diga que en Italia, Andrea es nombre de hombre también. Yo igual no se los digo, porque me preguntan ¿dónde queda Italia? Y cuando yo le pregunte a mamá ya estaba distraída peleando con mi papá.
Paula: Mamá y papá pelean mucho. Y a mí me pone un poco triste. Un día, mamá me encontró llorando y me dijo que no me preocupara, que las personas que se quieren se pelean. Como Bruno y yo.
Bruno: Con Pau nos peleamos bastante.
Paula: Es que él nunca quiere cerrar la gaseosa.
Bruno: ¡Y vos siempre te comes la última galletita con relleno!
Paula: ¡Sí! de venganza porque vos nunca me dejas ver a Los Castores Cascarrabias. Me escondes el control remoto para mirar a los bobos de los Power Ranger.
Bruno: ¡Y vos! ¡Y vos! –se pone nervioso por no recordar nada con que pelear a su hermana, se toca la boca con el dedo índice en gesto de estar pensando. De repente se le ocurre una idea - ¡Nunca me dejas jugar con la muñeca nueva que trae papa de sus viajes! –Mira al público con tristeza y resignación- mamá y papá dicen que es nena y que las nenas juegan con muñecas.
Paula: Lo mira apenada, se acerca y le soba la espalda. - Con Brunito nos peleamos mucho, si. Pero el otro día, cuando los dos estábamos muy muy asustados hicimos un trato:
Bruno la mira sonriendo, ambos pegan un salto poniéndose enfrentados, escupen sus manos y las chocan.  
Paula y Bruno: ¡REGLA NRO. 01!
Bruno: - camina hacia el frente del escenario apuntando con el dedo índice- Cuando mamá y papá pelean los dos tenemos que estar en casa.
Paula: - Se adelanta en el escenario hacia la altura de Bruno y también apunta con el dedo índice- No se puede ir a dormir a la casa de un amigo
Bruno: -manteniendo el mismo tono y forma de moverse-  no se puede ir a tomar la leche a la casa de un amigo
Paula: no se puede ir a las clases de natación o a jugar a la esquina.
Bruno y Paula: ¡REGLA NRO. 02! – Pegan un salto y hacen el número dos con los dedos.
Paula:  -camina por el escenario y extiende sus brazos como en forma de pregunta - ¿Cómo saber cuándo mamá y papá van a pelear?
Bruno: ¡Eso es muy fácil! Cuando volvemos de la escuela, después de tomar la leche, mamá nos propone jugar a las escondidas.
Ambos corren a puntas opuestas del escenario. Bruno comienza a contar, Paula se esconde tras el telón de manera burda.
Bruno cuenta hasta diez y sale a buscarla. -¡Piedra Libre! - comienzan a buscar a mamá.
Paula: Mamá desaparece. Pero nosotros la encontramos re rápido y fácil.
Bruno: ¡Siempre se esconde en el mismo lugar!
Paula: Se sienta en la terraza a fumar cigarrillos
Bruno: muchos. A veces fuma más de los que aprendí a contar hasta ahora. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece. –Cuenta aceleradamente mientras hace el gesto con sus dedos-  Aprendí a contar hasta trece.
Paula: Y mientras fuma llora, llora mucho.  Pero Bruno me enseño que tenemos que imaginar que:
Bruno: Mamá está regando las plantas del jardín con sus ojos. Porque el agua que tiene adentro tiene magia y ayuda a que las plantas crezcan más rápido y más fuertes.
Paula: Hay que cerrar fuerte fuerte los ojos e imaginar -ambos cierran los ojos y se mueven en círculos por el escenario con los brazos extendidos - y cuando los volvemos a abrir –abren los ojos- vemos a mamá regando las plantitas, porque
Bruno y Paula: NO HAY QUE PENSAR EN COSAS FEAS. –Lo dicen en un tono como si estuvieran repitiendo algo aprendido de memoria-
Bruno: Después más tarde llega papá. Y comemos todos juntos.
Paula: Bueno, todos juntos en una manera de decir. Porque papá se la pasa mirando su celular.
Bruno: a mamá le molesta mucho pero ya no dice nada. Como tampoco ya nos reta por caminar en medias en casa, dice que “ya no le quedan fuerzas”.
Paula: para mi es porque en la cena no come nada.
Bruno: Cuando terminamos de comer todo, mamá nos deja levantarnos e ir a la pieza a jugar.
Paula: Después de un ratito se empiezan a escuchar gritos de papá, dice muchas malas palabras.
Bruno: Cuando lo espiamos vemos que papá mueve mucho las manos, como señalando cosas. Pero Pau me enseño que tenemos que cerrar los ojos e que imaginar que:
Paula: Papá es como la Señorita Carmen y mamá como Candela, que no entiende mucho. Papá no tiene paciencia y como mamá no aprende le grita, pero solo le está queriendo enseñar a multiplicar, que es re difícil.
Bruno: Hay que cerrar fuerte fuerte los ojos e imaginar. Cuando los volvemos a abrir vemos a papá con un pizarrón y guardapolvo blanco, y a mamá sentada en un pupitre, porque…
Bruno y Paula: NO HAY QUE PENSAR EN COSAS FEAS.
Paula: A veces cuando los espiamos nos gusta jugar a imitarlos.
Ambos se emocionan, Paula se sienta en el piso.
Bruno: A ver Candela, si me prestas atención ¿cuánto es dos por dos?
Paula: No sé, seño. No sé, no sé, no sé, no sé, no sé. –Revolea algo- 
Bruno: Porque mamá a veces cuando se pone muy nerviosa por no entender empieza a revolear cosas por el aire.
Paula: El otro día, sin querer, revoleo la taza que le había hecho en salita roja para el día de la madre. Le había dibujado muchas mariposas, como le gustan a ella. Yo quería ir a decirle que por qué lo había tirado, si no le había gustado pero Bruno me enseño que tengo que imaginar que:
Bruno: Así como existe un cielo para las personas, otro para los perritos y los gatitos, existe un cielo de las cosas rotas. A ese cielo van todos los juguetes, como el toy story que dejo de hablar cuando lo metimos a la bañadera y también la taza de mariposas.
Paula: Hay que cerrar fuerte fuerte los ojos y así, con los ojos cerrados podemos ver el cielo, azul como mi color favorito, donde las cosas flotan bailando una canción buscando sus pedacitos rotos. Hay que cerrar los ojos e imaginar porque
Paula y Bruno: NO HAY QUE PENSAR EN COSAS FEAS.
Bruno: Cuando ya los gritos son muy muy fuertes, y los ruidos de los vidrios rotos también, me empieza a doler un poco la cabeza. Antes iba a pedirle a mamá que me diera un mejoralito, que es tan pero tan rico. Pero de tanto imaginar creo que nos volvemos invisibles, o estamos en otra dimensión
Paula: como pasa en los dibujitos
Bruno: Porque mamá no me escucha ni me mira. Entonces con Pau nos agarramos de las manos y empezamos a cantar una canción bien fuerte para no escucharlos.
AMBOS SE TOMAN DE LA MANO Y COMIENZAN A CANTAR
Bruno y Paula: ¡ESTABA LA CATALINA SENTADA BAJO UN LAUREL, MIRANDO  LAS FRESCURAS DE LAS AGUAS AL CAER!
Se tropiezan y caen al piso. Se ríen, Paula vuelve a mirar al público, recuerda porque están ahí y se pone seria y triste.
Paula: Hoy cuando los espiamos, vimos que mamá estaba tirada en el piso con los ojos cerrados. Y que papá lloraba y la besaba muchas veces.
Bruno: en realidad le estaba haciendo respiración boca a boca.
Paula: Nos asustamos mucho y entonces cerramos fuerte fuerte los ojos.
Bruno: Imaginamos que mamá está jugando a ser la Bella Durmiente, y que le está costando mucho despertarse.
Paula: Entonces, nosotros estamos acá buscando a alguien que la bese y pueda despertarla
Paula y Bruno: porque estamos seguros que papá no es.